Las empresas de hoy en día se enfrentan a una gran cantidad de cambios y tendencias sin precedentes.
La necesidad de ser globales, de crecer sin usar más capital, de responder a las amenazas y oportunidades de la economía.
La nueva economía exige flexibilidad y capacidad de adaptación ante los cambios del entorno.
Externalizar aquellas actividades que no son objetivo de negocio, permite la especialización en el núcleo de actividad y la mejora de la competitividad, al centrarse en las áreas que aportan más valor añadido al negocio, a la vez de conseguir reducir costes.
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